Ciudades y Empresas Agradables

Ciudades y empresas agradables

Ciudades y Empresas Agradables para Vivir y Trabajar.

El propósito de 3CS es impulsar estrategias económicas que hagan que ciudades y empresas sean más agradables para trabajar y vivir.

Propósito, razón de ser, objetivo, compromiso, llamémoslo incluso lema o claim, en 3CS estamos firmemente convencidos de que las ciudades y empresas son los espacios donde se pasa más tiempo. Son los lugares que más influyen en nuestro bienestar.

Entendemos las ciudades en un amplio concepto urbano y rural, metropolitano y funcional, como unidad espacial donde se desarrollan los proyectos de vida personales, familiares y de convivencia social.

En las empresas se desarrolla más de un tercio de la vida personal, jornadas cercanas a las 8 horas, periodos de actividad cercanos a los 30 años. Periodos que varían según la suerte laboral, que forman una de las partes más importantes de relación personal, al menos referida al tiempo dedicado a ellas. Las empresas son las que abastecen, son los espacios entorno a los cuales se crean rentas con las que sufragar las expectativas personales y las necesidades colectivas públicas o privadas.

Es sumamente importante que que la relación humana con estos dos ámbitos, ciudades y empresas, sea agradable. Para ser agradables deben cubrir las necesidades básicas y las superiores de los que la habitan o la trabajan, permitir desarrollarse y tener una vinculación de contribución positiva.

Ciudades que solo cobijan, que permiten utilizar sus soluciones habitacionales sin más, sin prestar atención a las relaciones sociales, económicas y medioambientales que deben propiciar y cuidar, son lugares espaciales fáciles de abandonar, que solo tienen un sentido temporal. No obstante estos espacios habitacionales tienen que estar bien gestionados, pero siempre adolecerán de tener una estrategia permanente de relación con las personas que las habitan.

Las empresas que solo buscan una remuneración para sus accionistas existen, pero sin un fin, propósito o relación con su entorno pueden desaparecer sin que ocurra nada o la sociedad se preocupe por su supervivencia. Trabajadores, clientes, proveedores y propietarios pueden abandonarla fácilmente al no tener una clara legitimidad social corporativa planificada a largo plazo.

La necesidades humanas son diferentes, diferentes según la edad, según las capacidades o las aspiraciones legítimas individuales, según la ocupación laboral o vital. La cobertura personal de las necesidades individuales corresponde a cada uno, donde una planificación personal y otros condicionantes externos influyen, como la suerte. 

En cambio, las ciudades aseguran la calidad y confortabilidad de los servicios públicos y privados, que dan cobertura a las necesidades sociales, atendiendo a una correcta planificación estratégica que debe adaptarse al transcurso del tiempo, a los cambios en las necesidades colectivas y a la visión y retos que quiere conseguir en un horizonte temporal muy amplio, donde la suerte interviene muy poco.

Las ciudades que se dedican al turismo deben y pueden prever tanto los requerimientos de su clientes actuales y de los futuros, así como de las personas que vivan y trabajen en su territorio: habitacionales, de relación social, etc. Nos gustaría que las ciudades industriales, turísticas, de servicios, agrarias, más rurales, más cosmopolitas, etc., trabajasen por su “agradabilidad”, cualidad de agradable, por agradar a las las personas que viven y se relacionan con ella, por crear un ecosistema empresarial agradable de contribución positiva en el área económica, social y medioambiental.

El PIB mundial se concentra cada vez más entorno a las ciudades (concentración cercana al 80%), que es donde radican las mayores empresas, con mayores productividades, con capacidad de realizar un mayor inversión. PIB, renta disponible, tasa de actividad, nivel educativo, cantidad y calidad de servicios, éxodo o atracción de población, inversiones realizadas, niveles de calidad del aire, índices de desigualdad, acceso a la vivienda o a zonas de disfrute público… son indicadores que en 3CS Estrategia Económica utilizamos para analizar la situación de una ciudad. El análisis de estos indicadores y múltiples métricas de medición de la situación de un municipio pueden hacer que se diseñen mejores políticas públicas, pero el objetivo general no puede ser aumentar o disminuir un indicador, sino contribuir de forma significativa a la construcción de ciudades agradables para vivir y trabajar. 

El equilibrio del binomio de las dos acciones, vivir y trabajar, es lo que determina nuestra felicidad y las capacidades de una ciudad o empresa para dar cobertura a las expectativas de las personas que ha decidido estar en ellas.

La administración pública no crea puestos de trabajo con el objetivo de dar cobertura laboral a los contratados, excepto a aquellas personas en riesgo de exclusión, los crea para prestar servicios colectivos de gestión, asistenciales o de desarrollo social. Las empresas no se constituyen para garantizar el cumplimiento de los ODS del 2030, se crean para organizar la producción procurando rentas a sus propietarios, proveedores y trabajadores así como soluciones a sus clientes. Pero solo con la concurrencia de la administración pública y de las empresas una ciudad puede ser agradable para vivir y trabajar. 

A esto nos decidamos en la consultora 3CS Estrategia Económica, al diseño y ejecución de políticas públicas y privadas que aumenten la calidad de vida, llámense planes de Smart City, Smart Villages, Agendas Urbanas, estrategias de desarrollo, corporativas, etc.., ninguna tendrá sentido sin la concurrencia de un proceso participativo con la administración, empresas y de sus habitantes. 

Nos dedicamos a diseñar acciones que consigan ciudades agradables para vivir y trabajar.

José María Zambrano

Consultor Estrategia Económica

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